No Fumaras, Columna Reinventando a Maquiavelo, publicada el 6 de Junio del 2007 en le periódico Vanguardia

VÍCTOR MANUEL SÁNCHEZ /
'La libertad que uno tiene termina en la frontera donde comienza la de los demás'

No cabe duda de que en Coahuila a veces se legisla por moda, o dicho de otra forma menos elegante, los diputados se piratean alguna iniciativa que ya fue votada en otro estado con anterioridad, tal es el caso de la “Ley de protección al no fumador” recién aprobada en el Congreso del Estado a instancias de los parlamentarios José Luis Moreno y José Refugio Sandoval.

Pero fuera de la originalidad de la propuesta en cuestión, lo que se debe analizar es la utilidad de la misma. Comencemos preguntándonos: ¿esta ley atenta contra los derechos de los fumadores?, y creo que la respuesta puede encontrarse en el siguiente dogma jurídico que señala que “la libertad que uno tiene termina en la frontera donde comienza la de los demás”, aterrizando esta máxima al caso específico, el derecho que tiene una persona para fumar puede ejercerse siempre y cuando no moleste a otros al hacerlo.

Por ello es lógico que el legislador estableciera la prohibición, llevando a cabo dicha actividad en lugares públicos donde conviven por igual fumadores y no fumadores, donde el derecho a la salud de los segundos peligra por una adicción de otros.

A partir de lo ya expuesto, podemos establecer que en teoría la ley está llena de bondades, pero creo que la misma tendrá serias dificultades en su aplicación, comenzando por la fuerza de la costumbre, así como la resistencia de los propietarios de restaurantes y discotecas.

Sin duda creo que en un comienzo nadie va a aplicar dicha ley, ¡imagínese al dueño de un antro pidiéndole a un cliente que no fume en la pista!, la consecuencia es muy simple: el aludido y sus amigos se irán a gastar su dinero a otro lugar donde no sean molestados.Además, afrontémoslo, la autoridad no tiene la capacidad para monitorear si se está cumpliendo con la norma, por lo que un día llegarán al restaurante X, y multarán al dueño por permitir que la clientela fume fuera de los espacios exclusivos para ello, a pesar de que los demás establecimientos de sus tipo también permiten esta conducta pero no les tocó la mala suerte de que revisaran su negocio. Dicho de otra forma, justicia selectiva.

Otro punto que me parece fuera de lugar es el hecho de que puedan arrestar a una persona por fumar (36 horas), ya que esta es una falta menor que bien puede ser cubierta con una multa.

Las previsiones para esta ley, a pesar de ser buena, no son nada halagüeñas, ya que en algunos lugares donde se ha tratado de establecer, como en Francia e Italia, han sido un rotundo fracaso. Esperemos que nuestro estado pueda ser la excepción.

Por lo pronto, en Coahuila ya está vigente, por lo que habrá que estar al pendiente para descubrir si esta ley logra su cometido de proteger el derecho a la salud de los no fumadores, o por el contrario, si la fuerza de la costumbre la convierte en letra muerta.

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