Editorial recomendado, “breve tratado sobre botargas” escrito por Enrique Abasolo, para el periódico Palabra de Saltillo, el 14 de Junio del 2007.

Enrique Abasolo / Breve tratado sobre botargas

I.- Pienso en Jim Henson.

Usted conoce por necesidad su legado aunque fuera el caso de que el nombre no le traiga ninguna evocación.

Fue él quien revolucionó el mundo de las marionetas y transformó nuestra percepción sobre cualquier criatura con vocación para el espectáculo emergida de algún taller de costura.

Quizá su más célebre contribución al entretenimiento sean Los Muppets: la Rana René y compañía (si usted es de los que le llaman "Kermit" a la rana se merece un zape por pedante).

Pero Henson no se conformó con la celebridad que le dio su fauna de felpudos, durante toda su vida se dedicó a seguir desarrollando novedosas técnicas de animación para criaturas cada vez más elaboradas.

Su escuela es responsable de muchos aciertos en cine y televisión, como Yoda (Star Wars) y Las Tortugas Ninja, en sus primeras versiones no digitales.

Así mismo, el Jim Henson´s Crature Shop desarrolló los trajes-botarga de la serie Dinosaurios, dotados no sólo de una impresionante verosimilitud anatómica, sino también de una capacidad expresiva que ya quisieran varios actorcetes de carne y hueso.

Así hacen las cosas en el Primer Mundo.II.- Asisto al juego de pelota en nuestro parque local.

Creo que nuestros Saraperos no atraviesan por su mejor momento. La afición está consciente de ello y trae ganas de mentar madres, ya no exclusivamente contra el equipo contrario o el cuerpo de umpires.

A pesar de todo, un miembro del equipo de casa se ha ganado con simpatía total inmunidad contra la animadversión.Hablo, claro está, de la mascota, mi tocayo "Kike Conejo" (asumo que su nombre es Enrique Conejo).

La hechura de esta botarga no es nada fuera de este mundo. Es un peluche gigante vestido con la casaca sarapera que sencillamente resulta adorable para las familias.En este caso el éxito radica en el individuo que está debajo de la botarga (sí, niños, el conejo no es real).

Durante un breve período otra persona intentó suplir al animador original, pero la gente de inmediato notó el cambio en una considerable disminución de las facultades de "Kike" para la porra y el relajo.

Hasta los pequeños preguntaban: "Oye, papi. ¿El conejo está enfermo? ¿Se va a morir?".

Pronto la directiva del club tuvo que devolverle su "alma" a la mascota. Entendieron que a veces lo irreemplazable de una botarga está por dentro.

III.- Hoy día deambulan por el limbo de los personajes de animación en vivo dos botargas carentes de toda gracia.

Son producto innegable del apareamiento entre funcionarios de la administración estatal y los Telechobis.

Son prueba irrefutable de que el Gobierno de la Gente intenta averiguar qué ocurre cuando se cruza el material genético de los burócratas con la felpa y la borra.

Uno supondría que de este experimento surge algo cercano a Barney el dinosaurio, pero a los hasta ahora dos engendritos resultantes se les conoce como "Hectorín" y "Jaimito", en honor a los insignes funcionarios que a bien tuvieron el aportar sus características para la confección de estas mamarrachadas.

Con algunas licencias poéticas de mi parte, tengo que hacer eco de lo dicho por El General de la vecina columna: "¿Cuál es la p... gracia de ver a un p... funcionario convertido en p... monigote?".

Haciendo el más somero de los análisis, se deduce que Héctor Franco (Semarnac) y Jaime Castillo (SEC) están tan, pero tan calientes por contender en la próxima elección que no se aguantaron las ganas de comenzar a ensayar la payasada electorera.

Ahora que si me lo refutan, y me sostienen que no buscarán candidatura alguna, me trago lo dicho y me limito a felicitarlos por hacer del servicio público su chiste personal.

Si de perdido los hubieran fabricado de papel podríamos quemarlos en Sábado de Gloria como a los Judas.

¡Pero ni eso!Estas dos botargas, "Hectorín" y "Jaimito", carecen de gracia porque son la representación de la grisura burocrática.

Sin embargo, poseen una cualidad que ni el más sofisticado trabajo de Jim Henson puede igualar: Apuesto a que estas botargas pueden ocupar el lugar del titular en sus dependencias y estás seguirían trabajando normalmente, es más: nadie lo notaría siquiera.

petatiux@hotmail.com