Reforma Electoral
Por: Víctor Manuel Sánchez Valdés.
Con bombo y platillo varias entidades han anunciado a los cuatro vientos el comienzo de una ronda de discusiones para que diversos actores sociales dialoguen en torno a una posible reforma de fondo a la legislación en materia electoral en nuestro estado.
De dicho ejercicio podemos obtener dos resultados: el primero, que sea una verdadera pérdida de tiempo, donde al final los diputados decidan hacer lo que les plazca y voten conforme a los intereses de sus partidos ignorando al resto de la sociedad, el segundo, que se analicen a fondo todos los puntos de vista, para que al final esta reforma condense el sentir de la mayoría de los coahuilenses.
Son tantos los puntos que podemos traer a colación de la Reforma Electoral, pero por cuestiones de espacio citaré solamente unos cuantos: acceso igualitario a medios de comunicación, sanciones por promoción directa en “pre-campañas”, prohibición de la utilización de las fotografías y nombres de los funcionarios en la promoción de cualquier obra pública, requisitos para la conformación de partidos políticos estatales, financiamiento, combate a los delitos en materia electoral, etc.
Me sumo al pronunciamiento que hiciera el abogado Jorge Luis Chávez Martínez (profesor mío de Derecho Administrativo en la Universidad) en su columna de un connotado diario de la localidad, referente a la reducción de Diputados y Regidores. Yo me atrevo a complementar dicha propuesta poniendo a consideración la viabilidad de desaparecer a los diputados plurinominales y sumar cinco a los nominales, lo que nos daría un congreso local de 25 miembros, todos elegidos directamente por la ciudadanía. En cuanto a los regidores, creo que municipios como Saltillo pudieran funcionar solamente con 10.
Resulta importante fijar como obligación de la autoridad electoral la organización de cierto número de debates, donde cualquier medio de comunicación pueda cubrirlos, así los candidatos pueden tener un foro equitativo para exponer sus ideas y los ciudadanos un medio para cotejar y evaluar las distintas opciones.
Existen algunas propuestas que aún no terminan de convencerme, como la revocación de mandato que promueve el PRD o la “ley antichapulines” que impulsa Jorge Verástegui, mas reconozco que ambas deben de examinarse con detenimiento y en su caso legislarse, ya que ilustran a la perfección el sentir de dos grupos importantísimos de la sociedad coahuilense.
En base a lo anterior, y de manera poco educada, el columnista que escribe el presente articulo exige ser invitado a las mesas de discusión que organizan tanto el Congreso del Estado como el IEPC (dejo mi correo en el calce), advirtiendo por adelantado que mis postulados distarán mucho de la “Reforma Ligth” que esperan armar algunos partidos.
victorsanval@yahoo.com.mx
www.reinventandoamaquiavelo.blogspot.com
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2 comentarios:
Hola Victor.
Aunque concuerdo en lo fundamental con tu propuesta de reducir el tamano de la Legislatura, quisiera ofrecer una anotacion...
Los diputados plurinominales tienen como funcion dar voz a las minorias. En un escenario como el coahuilense, donde el electorado se polariza entre el PRI y el PAN, los partidos pequenos no tendrian espacio en el Congreso. Imagina un escenario donde X partido obtuviera el 20% de la votacion total en el estado, pero que no pudiera ganar ningn distrito... no crees que ese 20% de la poblacion quedaria sin voz?
Eliminar los pluris obliga a las corrientes pequenas a ir en coalicion o desaparecer, reduciendo la oferta politica y por ende empobreciendo el debate politico en la entidad.
Lo que si no se vale, es que las pluris se conviertan en una via de acceso que por diseno inhabilite la rendicion de cuentas. Al deber el espacio al partido, se crea una desconexion con el electorado.
Hay que cambiar el "como" no el "que" ...
Saludos y felicidades por la nueva imagen de tu blog.
Onesimo:
Tienes mucha razón, cuando publique la posibilidad de eliminar los escaños plurinominales, no lo hice sin antes cavilar en que al hacerlo el mayor peligro que corríamos era el de privar de representación a las fuerzas políticas mas pequeñas, en realidad elabore mentalmente un análisis costo-beneficio, donde lamentablemente uno no se decide por lo mejor, sino por lo menos malo.
Las diputaciones plurinominales desgraciadamente se utilizan para llevar a algunos políticos impopulares e incapaces de ganar una elección a ocupar un escaño.
O bien la perpetuación de partidos familiares o servicios clientelares de los partidos que a veces se niegan ellos mismos a crecer.
Mi punto obviamente puede flexibilizarse, pero el fondo de la discusión es como lograr que el legislador plurinominal tenga un compromiso real con el electorado?
A quien representara?
Como rendirá cuentas?
Ver la posibilidad de que exista un control ciudadano para vetar a algún político indeseable de la lista de los partidos.
Como te mencionaba concuerdo contigo tal vez sea un peligro que no vale la pena correr, pero ello es incierto.
Tal vez la respuesta idónea pueda ser la utilización de una formula mixta es decir que se reduzcan los escaños plurinominales y que los partidos puedan acceder a ellas a partir de un 8% o 10% de votación.
O bien que en la boleta los partidos no determinen orden de sus candidatos plurinominales, ellos simplemente enumeran sus nombres y el ciudadano puede ordenarlos. (Con la clara desventaja que para ello se necesitaría una ciudadanía ampliamente informada, lo cual aun no es claro.
Lo interesante es que hoy tenemos el momento idóneo para discutir estos temas, y si bien al final es decisión de los diputados, podemos generar corrientes de opinión que metan obligadamente a la agenda ciertos temas.
Si logramos que esta Reforma Electoral se haga en serio, vamos a sentar las bases para que los procesos electorales sean mas equitativos.
Atte.
Víctor Sánchez
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